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Susana Vicente Estética
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Así afecta la ansiedad a tu piel

El estrés y la ansiedad pueden provocar grandes problemas en tu piel ¿lo sabías?

¿QUÉ RELACIÓN TIENE LA ANSIEDAD EN LA PIEL?

Trastornos tales como el estrés o la ansiedad pueden estar afectando considerablemente la apariencia de tu piel y es que, los expertos aseguran que algunos problemas tales como el acné, la rosácea y la urticaria podrían estar directamente relacionados con tu salud mental.

Según la Asociación Española de Psiquiatría Privada, el 40% de la población española padecerá ansiedad a lo largo de su vida. El estrés es capaz de producir o agravar problemas latentes o que ya se encuentran presentes en nuestra piel. La piel expresa de forma visible todos nuestros sentimientos o estados de ánimo. Cuando tenemos ansiedad de un modo continuado se genera una mayor producción de cortisol y adrenalina que, a su vez, van a afectar notablemente a la producción de estrógenos y testosterona, lo que va a originar alteraciones de distintos tipos en nuestra piel.

El cortisol debilita el sistema inmune, algo que tiene una consecuencia muy directa sobre sobre nuestra piel: el aumento de la respuesta inflamatoria. Entre los síntomas que puede provocar una situación sostenida de ansiedad en nuestra piel podemos destacar la aparición de granos aislados o en forma de acné, urticaria de tipo psicogénico que provoca la necesidad de rascado, caída del pelo, caspa/aumento de grasa/picores en el cuero cabelludo, sudoración excesiva, rubor o enrojecimiento de la piel y puede provocar también el empeoramiento de otras enfermedades ya existentes (herpes labial, psoriasis, eccemas, dermatitis). Todos estos problemas en la piel son debidos a las distintas alteraciones hormonales que provoca en nuestro organismo la ansiedad

¿CÓMO CONTROLAR LA ANSIEDAD?

Aunque existen momentos en nuestra vida en los que controlar la ansiedad es realmente difícil, podemos seguir una serie de pautas que nos ayudarán con esta tarea.

  • Aumenta las horas de sueño: intenta dormir al menos 8 horas diarias para que la piel tenga tiempo a recuperarse.
  • Mejora tu alimentación: incorpora a tu dieta alimentos saludables, intenta mantener un equilibrio entre ellos, evita saltarte comidas e intenta evitar alimentos altos en grasas, socio y carbohidratos.
  • Cuida tu entorno: intenta sentirte cómodo con tu alrededor, aléjate de situaciones y conflictos que no te hagan sentir bien. Cuida tu espacio y mantenlo limpio y ordenado. También puedes hacer uso de ambientadores, velas, música, etc para hacerlo aún más agradable.
  • Haz ejercicio: mentener tu cuerpo activo es la clave para comenzar a sentirte mejor tanto física como mentalmente. Procura practicar una actividad física al menos 3 veces por semana.
  • Invierte en buenos productos faciales: cuidar tu piel requiere constancia y dedicación.